La elaboración de este diagnóstico de la situación urbanística de Rivas Vaciamadrid se llevó a cabo mediante una asistencia técnica con el despacho Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio S.L.
Fue una gran experiencia cuyo análisis generó una amplia con discusión pública en torno a algunas ideas fuerza:
- Las problemáticas que ha introducido un rápido desarrollo residencial en un periodo relativamente corto, hasta casi agotar la capacidad municipal del suelo urbano. Los tejidos producidos han sido ocupados por una población bastante homogénea en términos generacionales y socioeconómicos (sobre todo familias jóvenes de nueva creación con cierta estabilidad laboral y menos expuesta a los riesgos de la incertidumbre), demandante de unos equipamientos muy específicos (principalmente educativos y sanitarios) que la administración competente no es capaz de proveer en los tiempos adecuados. Todo ello se ha llevado a cabo en un contexto de interdependencias en la realidad metropolitana madrileña, gracias a la cual se ha dado este desarrollo edificatorio vinculado a la actividad económica y sociolaboral del centro metropolitano.
- Las consecuencias a futuro en el medio plazo que ello producirá conforme cambian las necesidades y el perfil sociodemográfico de los actuales habitantes. En unas pocas décadas, las necesidades del envejecimiento requerirán equipamientos muy distintos y harán que los que actualmente se necesitan estén sobredimensionados. Además, las nuevas generaciones ripenses nacidas en el municipio tendrán muchas dificultades para encontrar una vivienda en su localidad.
- Los enormes retos que plantea la implementación de la “ciudad de los 15 minutos” en los modelos urbanos compuestos principalmente por tejidos baja densidad y usos segregados entre los que además aún persiste el mantenimiento de grandes barreras infraestructurales.
Por un lado, la homogeneidad sociodemográfica puede plantear desafíos al limitar la diversidad, la adaptabilidad y la inclusión en una comunidad, conllevando limitaciones en la oferta de servicios y siendo habitualmente resultado de la segregación residencial en los mercados de vivienda.



Por otro lado, la «ciudad de los 15 minutos» es un concepto urbanístico que promueve la idea de que las ciudades deben estar diseñadas de manera que los residentes tengan acceso a la mayoría de sus necesidades diarias, como trabajo, vivienda, servicios, comercios y espacios verdes, a través de medios de transporte sostenibles en un radio de 15 minutos a pie o en bicicleta desde sus hogares. Aunque este concepto tiene el potencial de crear ciudades más sostenibles, inclusivas y amigables con el medio ambiente, su implementación puede enfrentar considerables dificultades.
- En primer lugar, infraestructurales. Las áreas metropolitanas se han configurado en torno a grandes flujos interdependientes de trasporte motorizado. Por ello, ajustarlas a un modelo de proximidad requeriría un gran coste en inversión y financiación para la reconfiguración de calles, la expansión de sistemas de transporte público, la aplicación de instrumentos de densificación y mixtificación, así como, la reubicación de servicios. Todo ello no se puede hacer sin un sistema de gobernanza metropolitana que cuente con todos los municipios implicados, incluso de aquellos más alejados que tendrían que renunciar al desarrollo inmobiliario.
- En segundo lugar, modificar la forma en que las personas se desplazan y acceden a la oferta de servicios en una ciudad puede requerir un cambio cultural significativo. Frente a ello, la resistencia ciudadana puede ser muy notable.
A pesar de estas dificultades, muchas ciudades en todo el mundo están explorando la aplicación de este concepto para abordar los desafíos de la urbanización, la sostenibilidad y la calidad de vida de sus residentes. Superar estas dificultades requiere una planificación estratégica, una inversión adecuada y una colaboración efectiva entre gobiernos, comunidades y otros actores relevantes.